Se divide en tres ambientes claramente diferenciados: al entrar, una barra en forma de U donde disfrutar de los pinchos fríos y calientes que se elaboran al momento o de los guisos caseros con cerveza de grifo en promoción de Estrella de Galicia; un comedor anexo para tomar el menú del día o cualquiera de los platos de la carta y una terraza ajardinada llena de paz.
La cocina es ecléctica porque mezcla lo vasco con la fusión y se combinan distintos gustos, dentro de una carta amplia con buena relación calidad-precio:
ensaladilla rusa en forma de bolas de helado, queso frito de cabra con miel de romero y culí de frutos del bosque, brocheta de pollo al curry a la parrilla con patatas, hamburguesa de avestruz con queso fundido y huevo redondo, burguer de pollo con chedar naranja y pimientos asados, tortilla española de callos a la madrileña, chipirones rellenos en su tinta con arroz blanco salvaje, croquetas de boletus y jamón ibérico, tiras de pollo fritas en tempura fina al limón con salsa de soja o Foie braseado al Oporto.
Ensaladas gourmet que acompañan a una deliciosa carne roja de buey a la parrilla (Solomillo, Lomo alto fileteado, entraña), sin olvidar la tradición de sus guisos caseros que cambian según la temporada: marmitako de bonito, callos a la vizcaína, albóndigas de avestruz en salsa de perejil,estofado de carrillera de Ternera con ciruelas, Rabo de Toro o mollejas plancheadas reducidas al Pedro Ximenez.
Tres menús caseros a elegir y, para beber, una breve carta con una veintena de vinos dominada por riojas y riberas o cerveza Estrella de Galicia.
Ah!!! Los postres son caseros.